Es común que todo aquel que estuvo presente en La Fortaleza ayer por la noche en el triunfo de River 1 a 0 sobre Lanús o que se guie con lo que dice el periodismo en los grandes medios, se quede con la idea de que toda la polémica y la bronca de los jugadores del Granate se desata a partir de los errores arbitrales, de la falta de parcialidad, de la falta de comunicación y diferencias de criterio con los jueces de línea, pero no.
Además de todo lo anteriormente nombrado, que obviamente también influyó, Pablo Díaz, árbitro del partido, comenzó a provocar fastidio en Lanús desde tiempo antes, cuando el encuentro transitaba un desarrollo “normal”.
Como es costumbre en Grana Deportivo, luego de cada partido concurrimos a los vestuarios para capturar declaraciones y llama la atención lo que cuenta Diego González, mediocampista de Lanús.
Además de hablar sobre las jugadas que todo el mundo deportivo está discutiendo, el Pulpito cuenta que en una acción en la que Matías Kranevitter remata al arco y su intento es desviado al tiro de esquina por Leandro Somoza (se fue muy cerca del palo de Agustín Marchesín), Pablo Díaz murmuró un “uuuuh”, como el que las hinchadas gritan cuando hay un “casi gol” de su equipo.
ESUCHÁ A DIEGO GONZÁLEZ:
No conformes, buscamos a Jorge Ortíz para que cuente su versión de lo sucedido.
El Marciano dijo no haberlo escuchado al no estar cerca del árbitro en esa acción pero reveló que, en el vestuario, otros compañeros estaban hablando de lo mismo.
Además, declaró que “ésta clase de árbitros no pueden dirigir nunca ésta clase de partidos”.
ESCUCHÁ A JORGE ORTÍZ:
Desde ya, esto es una acción totalmente repudiable que merece algún tipo de sanción.