El hecho comenzó cuando a minutos de haber terminado el encuentro, tres hinchas del equipo local comenzaron a desatar la bandera de “Soy Granate Básquet”.
Martinich se acercó de buena manera, pero su intento de querer poner las cosas en su lugar mediante el diálogo no prosperó y, tras un forcejeo, esas tres personas lograron hacerse de la bandera y se retiraron caminando por el medio del campo de juego, impunemente.
Hay que aclarar que afortunadamente no hubo ningún tipo de agresión física.
Este episodio tomó relevancia en las redes sociales y figuras de este deporte, como también colegas especializados brindaron su apoyo.
Todos desean que este caso no quede en el olvido y haya sanciones correspondientes.
En Grana Deportivo le dimos lugar para que él mismo cuente lo sucedido y, de más está decir, nos sumamos al lema “que no se repita”.