Todo en Lanús giraba en torno de cuál es el nombre de los delanteros con los que negociaba el granate para reforzar el equipo y así conformar al entrenador Gabriel Schurrer. Pero una bomba detonó y cambió todo.
En simultáneo, el equipo del Sur negociaba con Diego Valeri para extender su vínculo con la institución, el cual vence en junio de 2012 y es uno de los más altos del plantel. Pero las diferencias económicas llevó a la dirigencia realizar un ultimátum: si no firma el contrato, será separado del plantel.
“Hay un inconveniente serio con Diego Valeri, es un jugador importantísimo, pero hay una diferencia muy importante entre lo que pretende y podemos dar”, explicó el presidente Nicolás Russo en declaraciones a La Red.
“No va a jugar si no arregla, Lanús está abierto a arreglar. No podemos hacer frente a ese tipo de contratos, el futbol mundial no puede pagar. No podemos firmar un contrato millonario en dólares porque condenas la economía del club”, agregó.
En este mercado de pases, Metalist de Ucrania había sondeado al volante, pero las negociaciones no pasaron a mayores y el ex Porto y Almería siguió en el granate.
“Se veía venir, llevo más de 20 años en el fútbol y uno sabe como viene la cosa. Es un chico muy querido por nosotros, tiene sus derechos y los hace valer, como nosotros hacemos valer los nuestros. Creo que su decisión es equivocada, esta decisión la tomamos con todo el dolor del alma porque queremos que Valeri siga en Lanús”, concluyó Russo.
Ahora la dirigencia empezó a barajar variantes, una es la de Adrián Ricchiuti, quien viene de desempeñarse en Catania de Italia y quien tuvo pasado en las inferiores granates. Además, fue ofrecido Juan Neira.